Nuestras rejas, después de su instalación y de pendiendo su acabado, requiere de un mínimo de mantenimiento. Todo dependerá de la zona de instalación, cambios de tiempo y contaminación.
Rejas de Hierro
Si las rejas de hierro se encuentran en el exterior y tiene poca suciedad bastará con pasarle un paño húmedo con un poco de detergente líquido, tipo lavavajillas.
Si por el contrario tiene mucha suciedad o tiene suciedad pegada, se podría limpiar con un estropajo con un poco de aceite y frotándolo ligeramente.
Si por el contrario presenta manchas rojizas por óxido se podrá utilizar un cepillo de alambres, lija o lanilla de acero con un poco de aceite para eliminarlo.
Si la reja de hierro se encuentra en el interior de la vivienda se podría aplicar para su protección una capa de parafina líquida, calentada al baño María, aplicada con una esponja de aluminio o alambre pasando para terminar un trapo con un poco de cera sin color.
La mejor opción para la protección de nuestras rejas de hierro, es sin duda el pintado de las mismas. Para ello, se aconseja primero se debe limpiar bien toda la superficie, quitar todo el óxido para aplicarle una primera capa anticorrosiva, para posteriormente aplicarle una pintura sintética con el color elegido.
Rejas de Aluminio
Para un correcto mantenimiento de nuestras rejas de aluminio bastará con utilizar con un paño húmedo con jabón líquido neutro. No hay que utilizar productos abrasivos ni productos ácidos que harían manchar nuestro aluminio.
Haremos hincapié en limpiar las uniones de los perfiles para evitar oxidación.
Otro aspecto a revisar es la fijación de los tornillos que debemos de observar que no tengan ningún desplazamiento.
Redes Sociales